Hay gente que dice que los chicos y las chicas no pueden ser mejores amigos sin sentir algo más, yo digo que sí pueden serlo, pero con grandes dificultades. Es la historia de siempre, un chico y una chica se conocen, en cualquier situación que se te pueda ocurrir, luego llegan las conversaciones, las confesiones, los secretos, las bromas, las verdades y de repente te encuentras enzarzado en una amistad que nunca imaginaste que pudieses llegar a tener. Entonces, llega la gran decisión algo se activa en tu cerebro, o no. Y si todo sale bien los dos tomareis la misma decisión, los dos decidireis seguir adelante, veros de una forma diferente, enamoraros, empezar otro tipo de relación. O todo lo contrario, puede que sigáis siendo amigos, los mejores del mundo, porque está claro que puede pasar, que no os veáis como nada más.
La realidad es esta: si uno de los dos siente algo más, algo que el otro no siente, todo son problemas. Todos lo hemos visto:
Ella es una chica divertida, cariñosa, libre, él es enamoradizo, dulce, sensible. Empiezan a hablar, ella se divierte, él se empieza a pillar. Ella no se da cuenta, sigue a lo suyo, vive su vida sin percatarse que se está convirtiendo en la de él. Entonces, cuando él ya no puede estar más pillado, le confiesa su amor, y ella, inocente, dueña de su vida, de su sueño, le rechaza. Lo hace sin querer hacerle daño, pero le destroza por dentro. Empiezan las peleas, él no lo acepta, ella no puede créerlo, pero pasa, y el mundo se les derrumba. La amistad se rompe, dejan de hablarse, ya nada volverá a ser igual.
¿Y ahora qué? La única conclusión lógica es la siguiente:
Todo va bien hasta que alguien siente algo más.

No hay comentarios:
Publicar un comentario