En el mundo siempre hay una razón para sonreír, la vida siempre te regala un momento feliz, un pequeño placer que te alegra el día, que te impulsa a seguir adelante, a entender que estas aquí por algo, no por un simple deseo del destino, no por una casualidad sin más. Son cosas como una sonrisa de alguien especial, un beso de una madre, un abrazo imprevisto, un secreto, una amiga que te demuestra lo que te quiere, son pequeñas cosas apenas notables pero que para ti son un mundo, que te alegran la vida, que hacen que tenga un poco más de sentido.
No importa lo mal que te sientas, hay cosas bonitas que no cambian nunca, solo hay que saber buscarlas, ahí está la esencia de la felicidad, en perseguir lo que te hace feliz y nunca darte por vencido, siempre hay una razón para seguir adelante, ¿Un consejo? Encuentra la tuya y disfrútala.

No hay comentarios:
Publicar un comentario