miércoles, 12 de septiembre de 2012

Goodbye Summer

Y entonces vuelve a llegar septiembre, con todo lo que eso conlleva, dejar atrás los calurosos días de verano en la playa y sustituirlos por los calurosos días de septiembre en la clase de matemáticas. Los pasillos hasta ahora silenciosos se vuelven a llenar con el ajetreo de Vans y tacones nuevos. Decimos adiós a esos días de no hacer nada, de "0 preocupaciones" y nos volvemos a llenar la cabeza de exámenes y miles y miles de clases con apuntes infinitos, que preferiríamos no tener que escribir nunca y que, en realidad, solo la mitad conseguirán sobrevivir hasta el siguiente trimestre.

La arena se sustituye por el cesped que rodea al edificio de piedra, las chanclas por zapatillas y sandalias y las ropa con transparencias por otra más "adecuada para un ambiente de trabajo". Las toallas se convierten en libros en las mochilas desgastadas por el verano y los recuerdos. Ya no huele a mar, ahora huele a subrayadores de colores y libros nuevos.  El hall de la entrada se inunda con anécdotas e historias llenas de la magia de un verano que por desgracia acaba de terminar. A las clases llega una pequeña nostalgia, como una mezcla de sensaciones entre ganas infinitas de ver a los compañeros y tristeza por que ese sea el lugar de encuentro.

El edificio se llena de novedades y no podemos evitar sonreír ante ellas, algunas son en simple apariencia, como un corte de pelo o un cambio de estilo al vestir, otras tienen más trasfondo, una pareja que se rompe, gente que ha perdido el contacto. Hay gente que incluso está igual que antes, y te da esa sensación de estar como en casa. En cualquier caso hay amigos que retoman una amistad practicamente perdida durante el verano y  luego esta esa otra gente que  se ha pasado el verano junto a otra,  que han estrechado lazos y se han convertido en hermanos. Aún así nadie podrá evitar el revuelo cuando se vean en esa extraña situación.

El primer día siempre es caótico, la gente no trae los libros, se equivoca de clase, se pierde y  llega tarde.  Los profesores se confunden, hay dos clases en el mismo aula, nadie trae la agenda, a todos se nos olvida los deberes que todavía no hemos hecho. Todo el mundo grita y hay un ajetreo enorme en los pasillos. Por suerte o por desgracia todo vuelve a su sitio, comienza otra vez la rutina, nos da pena empezar pero no podemos evitar pensar que cada día que pase quedará un día menos para volver a nuestro amado verano.


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